Crisis y Resiliencia: El Arte de Superar las Tempestades.
- Alejandro Motta
- 5 may
- 2 Min. de lectura
Las crisis son parte natural de la dinámica de los mercados, especialmente en regiones como Latinoamérica, donde los ciclos de crecimiento y recesión son frecuentes. Sin embargo, mientras las tormentas pasan, los verdaderos líderes permanecen y evolucionan, fortalecidos por la experiencia y la estrategia.
En tiempos de estabilidad, los managers trabajan maximizando fortalezas y reduciendo debilidades. Pero en momentos de crisis, el foco debe cambiar: atender a las amenazas y descubrir oportunidades es esencial. Es aquí donde el espíritu emprendedor cobra un papel fundamental.
Un Manager Emprendedor combina visión estratégica, capacidad de asumir riesgos y creatividad. Como un surfista que entra al mar cuando la bandera está en rojo, el emprendedor desafía la incertidumbre buscando la ola perfecta que otros no se atreven a montar.Durante las crisis, las grandes empresas no se paralizan: venden lo improductivo, compran activos estratégicos, optimizan recursos, abren nuevos mercados y preparan sus procesos para la reactivación.
De igual modo, los emprendedores y pequeños negocios deben actuar: ajustar gastos, mejorar sistemas, innovar en productos y capacitar a sus equipos, siempre con la mirada puesta en resistir la tempestad y emerger más fuertes.
Cada crisis elimina competidores, pero también crea nuevas oportunidades para quienes saben adaptarse. El objetivo no es solo sobrevivir, sino posicionarse mejor para el renacimiento que sigue.
Recuerda: las crisis pasan, pero los hombres —y sus ideales— quedan. Mantente firme, aprende, ajusta y crece. El futuro recompensa a quienes se atreven a ser protagonistas en medio de la incertidumbre.
La crisis según Albert Einstein: “No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia, como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estratégicas. Quien supera la crisis, se supera a sí mismo sin quedar “superado”.Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.”
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