top of page

¿Existe una Edad para Ser Mentor? La Sabiduría del Alma.

¿Es necesario ser anciano para ser un buen mentor? Esta pregunta, formulada por un niño curioso, invita a reflexionar sobre la verdadera esencia de la mentoría: ¿se mide por los años vividos o por la profundidad de las experiencias?


La sabiduría no crece de manera lineal con la edad. Crece a partir de las experiencias vividas y, sobre todo, de la reflexión profunda sobre ellas. No basta con atravesar acontecimientos; es necesario interpretarlos, comprenderlos y aprender de ellos.

Aprender de otros puede ser valioso, pero también exige discernimiento. Como ilustraba el experimento de Pavlov, repetir ciegamente el aprendizaje ajeno puede llevar a la inercia, no al crecimiento genuino. Cada ser humano tiene su propio camino: lo que para uno fue un obstáculo, para otro puede ser solo un desvío; lo que para uno fue simple, para otro puede resultar abrumador.

El verdadero mentor es aquel que, habiendo vivido y reflexionado sobre sus propias experiencias, sabe sugerir sin imponer, guiar sin controlar. Entiende que su papel no es caminar el sendero por el otro, sino estar presente, respetando la unicidad de cada camino.


La edad para ser mentor no se mide en años, sino en madurez espiritual y apertura consciente.El mentor genuino es aquel que cultiva la reflexión, la empatía y la humildad para acompañar procesos únicos de transformación. Ser mentor es un arte del alma, un acto de expansión que trasciende el tiempo y el espacio.

Yorumlar


bottom of page